Add parallel Print Page Options

Los labios de los sabios difunden el conocimiento,
    pero no vale la pena escuchar lo que dicen los brutos.
El SEÑOR detesta las ofrendas de los perversos,
    pero le agradan las oraciones de los justos.
El SEÑOR odia la forma de vida de los perversos,
    pero ama a los que buscan la justicia.

Read full chapter